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A dos semanas del inicio de la Copa del Mundo de fútbol, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, abanderó a la selección azteca que viajará a Rusia-2018 y la destacó como factor de unificación nacional en medio de la tensión por las elecciones presidenciales del 1 de julio.

"Ustedes son un equipo que en este momento de nuestra historia política electoral como nación logra algo que no logran los partidos políticos. A ustedes los van a seguir y apoyar todos sin distingo de partido político, de religión, de formación o del lugar donde vivan", dijo Peña Nieto (2012-2018).

"En Rusia 2018 harán lo que no hace nadie más (...) Ustedes harán posible el gran milagro de unir a todos", dijo el mandatario en su última ceremonia de abanderamiento de un contingente deportivo.

Peña Nieto presumió su corbata verde "como la playera de la selección" Tricolor e hizo una analogía entre los avances la selección de fútbol y los del país.

"No somos el México de 1930... Nuestra selección nacional dista mucho en formación, en preparación, en actitud de la primera que participó en la Copa de Mundo. Estoy convencido de que ha pasado por una enorme evolución y transformación muy positiva, y proyecta también el ascenso que como país hemos venido logrando y alcanzando", comentó.

Peña Nieto instó al equipo de fútbol a competir con una actitud positiva y le entregó la bandera a una escolta integrada por seis jugadores: en la parte frontal se formaron Hugo Ayala, Jesús Molina, Héctor Moreno y Héctor Herrera. En la línea posterior marcharon Miguel Layún y Miguel Gallardo.

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El emblemático Rafael Márquez habló en nombre del grupo y se comprometió a llegar más allá de los cuartos de final, una instancia que parece vedada para México.

"Que no les quepa la menor duda: este equipo está comprometido y, sobre todo, mentalizado a no nada más llegar a un quinto partido, sino en hacer historia y a intentar ser campeones del mundo", garantizó Márquez, quien jugará la Copa del Mundo por quinta ocasión.